Fíjate que descubrí los martes por la noche un programa llamado “Platicando con Alzraki”, donde el conductor tiene por invitados a distintos personajes del escenario político, literario, farandulero, económico, etc. Lo interesante aquí es que a pesar de ser un programa presuntamente “aburrido”, es llevado tan digerible que se te resbala como mantequilla. El caso es que como invitado en esta ocasión tenía al escritor y periodista Francisco Martín Moreno y platicaban sobre su nuevo libro “México Acribillado”, que habla sobre el asesinato de Álvaro Obregón. La versión oficial dice que, siendo presidente electo, Obregón fue asesinado a tiros por José de León Toral, pero la autopsia encontró en el cadáver 13 orificios de entrada y 6 de salida de balas de distintos calibres, y concluyó que o el tirador usó seis pistolas o hubo seis tiradores. Curiosamente, los posibles testigos fueron muriendo poco a poco asesinados o en circunstancias extrañas después de aquel 17 de julio de 1928. La lista de sospechosos de tanta desgracia y vergüenza nacional incluye al presidente Plutarco Elías Calles, al fundador de la CROM, Luis N. Morones, a la renombrada madre Conchita y a una serie de oscuros personajes del clero de México, quienes organizaron un boicot comercial a nivel nacional para poner de rodillas al gobierno y cerraron los templos para privar de consuelo espiritual a la feligresía y enardecerla.
Estos datos fueron ocultados cuidadosamente durante ochenta años hasta que en 1947 el diario “El Excelsior” muestra en primera plana un artículo donde se describe cómo es que dichos personajes son presuntos conspiradores de tan fatal suceso. Esto es punta de lanza para que Martín Moreno comience su investigación y escritura que da la luz en esta novela histórica y reveladora plena de acción e intriga. La trama incluye un verdadero rosario de asesinatos históricos, entre ellos los de Madero, Carranza, Serrano y Villa.
Todo esto me lleva a pensar… ¿cuántos más asesinatos, revoluciones, situaciones y circunstancias en nuestro país se han ocultado ante nuestras narices, las de nuestros abuelos y antepasados?...somos títeres en manos de otros, somos manipulados al antojo de alguien con poder y contactos…Me preocupa, me pone a pensar que me he vuelto parte de ellos…lo que he enseñado por 8 años a mis alumnos es mentira, sin desearlo he manipulado la verdad, engañada y engañados...tanto me he esforzado por abrir sus ojitos a la verdadera luz de la realidad batallando por mantener también su inocencia ¿y qué?...¿no ha valido nada entonces?...¿estamos condenados a vivir así?
Lo peor del caso es que esto se ha vuelto una forma de vida tan natural y cotidiana que se palpa, se siente, se sufre, se respira…la Verdad ha pasado de moda, las apariencias y las pretensiones la sustituyen. ¿Tienes verdades incómodas?, ¿cómo has podido vivir con ellas?, ¿te las llevarías a la tumba?...tantas historias que no tienen salida aún, historias de antaño, de hoy, de hace unas horas…yo si tengo, tú lo sabes…nadie sabe leer mis verdades ocultas tan bien como tú…
La buena noticia, es que Obregón se lo merecía (un héroe menos que nombrar al paso de lista en el festival del 20 de Noviembre) y sus asesinos se han vuelto los Zorros Justicieros de la post Revolución Mexicana. Creo que es hora de ir cambiando las planeaciones para mi clase de Historia de México.
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